
La industria del libro lleva unos años sufriendo una revolución similar a la que antaño sufrió, y sigue sufriendo, la industria muscial. El cambio de modelo de negocio, el cambio de paradigma, puede resumirse básicamente en dos puntos.
El primero es que los libros ya pueden leerse en forma de bits, y no de átomos, lo que pone en un aprieto el modelo de negocio de venta de copias de libros hechas de átomos: cuando la copia y la distribución de libros en forma de bits tiene un coste marginal próximo a cero, continuar cobrando dinero por copias resulta artificioso.
El segundo punto estriba en el hecho de que la tecnología ha abaratado la autoproducción o producción a pequeña escala hasta el punto de que estamos asistiendo a una nueva revolución industrial, propiciada, entre otros agentes, por el movimiento maker, que nos encamina a crear nuestras propias factorías en casa. Las impresoras 3D es la punta de lanza de esta revolución. Pero más atrás también se encuentra la autoedición física de libros.
En este escenario de cambios radicales y, sobre todo, muy rápidos, conviene repensar los costes de concebir un libro, en qué se van los gastos y cómo pueden adaptarse a los nuevos modelos de negocio. También es la hora de empezar a comparar las ventajas y beneficios de la edición tradicional frente a la autoedición.
Todos estos análisis forman parte de un tiempo concreto, y dentro de diez, o incluso diez años, deberán someterse a un nuevo escrutinio. Pero, al menos, nos dan pistas de hacia dónde se está dirigiendo la industria del libro.
Desglosemos… ¿Cuánto cuesta un libro?
El coste de un libro no es fijo y depende de innumerables variables, desde la calidad del papel hasta el tamaño de la editorial. Lo que sí podemos calcular con relativa facilidad es en qué se van esos costes.
En general, el 10% del coste es para pagar al autor de la obra. Es decir, que si el libro cuesta 20 euros en la librería, el autor percebirá 2 euros por cada ejemplar vendido (en realidad, un poco menos, porque ese tanto por ciento se calcula con el precio sin IVA del libro).
El 30% es para la editorial, y con ese beneficio debe sufragar los gastos correccion de texto, del diseño, cubierta, maquetación, impresión y la promoción. Tambien puedes hacerlo online en http://www.editorial-falsaria.com/ para abaratar costos.
El mayor porcentaje, el 60%, es para la distribuidora y el punto de venta. Entre ellos se reparten ese porcentaje en función de diversos factores. Por ejemplo, si el punto de venta es una gran superficie se descontará más porcentaje, por lo que el distribuidor se quedará con un 15% (por ejemplo) y la gran superficie con un 45%.
Un pequeño porcentaje para mantenerlos a todos
Mantener una editorial es difícilmente rentable. Los costes de producir un libro son demasiado altos porque hay demasiados intermediarios, y todos ellos son demasiado costosos. Si las grandes editoriales sobreviven es porque producen muchos títulos al año: la mayoría de ellos no son rentables, pero solo que un pequeño porcentaje alcance el éxito por casualidad, ya es suficiente para llegar a final de año. Este proceso de creación masiva de títulos, sin embargo, origina un fenómeno contraproducente en los títulos que se ofertan en las librerías: si un libro no se venden en las primeras semanas, se retira para poner otra novedad.
Es una carrera hacia adelante en la que las editoriales se ven obligadas a publicar cada vez más en busca de algún caballo ganador. Los pequeños sellos, además, se anexionan a las grandes editoriales. Todo el cotarro editorial está empezando a ser dominado por apenas tres o cuatro editoriales gigantescas. En el futuro puede que todo esté dominado por dos. O por una. Todos ellos son síntomas de que el monstruo editorial está explotando, cada vez con más desesperación, un modelo de negocio insostenible que se basa en la venta masiva de copias de libros para mantener a flote unas empresas grandes, caras y llenas de intermediarios.
Wikipedia puso en evidencia que se podía concebir una enciclopedia a la altura de cualquier enciclopedia profesional por personas conectadas entre sí a través de jerarquías flexibles. Sin ánimo de lucro. Animados por la fuerza de la colaboración 2.0. La industria de las enciclopedias profesionales tuvieron que echar el cierre frente a esa competencia. El mundo editorial en general podría estar en proceso de sufrir un embate similar.
En un libro participa más gente de lq ue se suele creer
El caso de libros.com es otra muestra de las ramificaciones que está adquiriendo la industria del libro. A través de micromecenazgo, tal y como ya llevan a cabo plataformas como Kickstarter o Verkami, es como esta editorial dirigía por Roberto Pérez lleva a cabo la financiación de sus libros. Si no hay una demanda previa de lectores, pues, el libro no se edita.
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