
Las compañías que se dedican al desarrollo y producción de “carne vegetal” como, por poner un ejemplo de bazar gastronomico que venda equipamiento gastronomico, Impossible Foods, Beyond Meat, Facenda Futuro, etcétera, presentan sus productos alimentarios como opciones alternativas a la carne más sustentables y respetuosas con el medioambiente. Mas, ¿qué es lo que significa verdaderamente?, ¿qué métricas se emplean para medir la sostenibilidad de sus productos? Sobre este tema se han efectuado múltiples estudios, tanto por las compañías mentadas como por otros estudiosos independientes, y casi todos coinciden en finalizar que la ‘carne’ de origen vegetal reduce significativamente cada uno de ellos de los factores ambientales evaluados.
El día de hoy conocemos un documento redactado por el Good Food Institute (GFI), organización que trabaja con estudiosos, inversores y empresarios de cara al desarrollo de proyectos alimenticios renovadores, seguros y respetuosos con el medioambiente, en el que se procura aclarar cuál es el grado de sostenibilidad de la “carne vegetal”. En este informe se incluye una tabla en la que aparecen los resultados de las evaluaciones comparativas de ciclo de la ‘carne’ elaborada con materias primas vegetales de distintas empresas. Los especialistas del instituto comentan que debido a que cada estudio que se ha efectuado usa una metodología que difiere sutilmente del resto, los resultados logrados son diferentes, con lo que no pueden equipararse con precisión.
El GFI comenta que la ganadería ocupa el setenta y siete por ciento de todas y cada una de las tierras agrícolas, mas solo provee el diecisiete por ciento de los comestibles que consume la humanidad, esta ineficiencia impulsa la necesidad de expandir la agricultura, lo que supone un factor significativo de deforestación. Vale la pena rememorar que desde hace unos años, múltiples especialistas comentan que la carne es el comestible menos eficaz para nutrir a la humanidad, exactamente por el exceso de recursos consumidos y por su asociación al calentamiento del planeta, a esto hay que agregar que el abuso del consumo de carne se asocia a problemas médicos. Con la pesca ocurre algo semejante, es una actividad que provoca un enorme daño a los ecosistemas acuáticos, el Good Food Institute comenta que su producción puede ser sustituida por comestibles vegetales.
Las emisiones de gases de efecto invernadero por el cultivo de comestibles vegetales se cuantifica entre un treinta por ciento y un noventa por ciento menos que las generadas por la producción de carne usual, conforme el GFI, a nivel del mundo la ganadería contribuye más al cambio climático que el campo del transporte, y sus emisiones proceden de 3 fuentes primordiales, la conversión de bosques y praderas en pastos y tierras de cultivo, la producción de comestibles para los animales, y la digestión animal y la descomposición de los restos que producen.
Las materias primas usadas para la preparación de proteínas de origen vegetal tienen unas emisiones reducidas de gases de efecto invernadero, el procesamiento de los ingredientes con los que se realizan estas opciones alternativas a la carne supone entre el trece por ciento y el veintiseis por ciento del impacto climático que generan estos comestibles. Las “carnes vegetales” usan entre un setenta y dos por ciento y un noventa y nueve por ciento menos de agua que la carne usual, conforme los estudios, la ganadería emplea prácticamente una tercera parte del agua que se emplea en la agricultura a nivel del mundo. De este gasto de agua, el 99’8 por ciento se emplea para la producción de comestibles que se transforman en piensos para la nutrición animal. Sobre la polución medioambiental, y específicamente la acuática, el documento apunta que las opciones alternativas a la carne contaminan entre un cincuenta y uno por ciento y un noventa y uno por ciento menos que la producción de carne usual.
Hay que rememorar que la eutrofización o bien aporte de nutrientes inorgánicos a un ecosistema acuático, en un caso así ázoe y fósforo que se filtra a las vías fluviales, es una amenaza esencial para la calidad global del agua, puesto que estos elementos estimulan el desarrollo y proliferación de algas que terminan con la vida acuática, y exactamente la ganadería es una de las primordiales fuentes del inconveniente. La ganadería es doblemente perjudicial merced a la polución por fertilizantes que se usan en los cultivos forrajeros y al estiércol que los animales generan.
Estos son solo ciertos datos que, conforme el GFI, delatan que la “carne vegetal” es una opción alternativa que soluciona múltiples de estos inconvenientes, precisa menos tierras de cultivo y fertilizantes, no se genera estiércol, se suprime el inconveniente de la eutrofización, etcétera Otro dato interesante es el inconveniente de la resistencia de las bacterias a los antibióticos, en el caso de U.S.A., más del setenta por ciento de los antibióticos relevantes se usan en la ganadería y en la mayor parte de casos con fines no terapéuticos, lo que inevitablemente es un factor de peligro a fin de que las bacterias se amolden a los medicamentos y se vuelvan resistentes.
Recordemos que la EFSA emitió un informe a fines del año pasado en cooperación con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en el que se advertía que se estaba generando un incremento de bacterias resistentes a los antibióticos en Europa, apuntando que los antibióticos usados para tratar la salmonelosis y la campilobacteriosis se estaban volviendo menos efectivos.
En el caso de la «carne» conseguida desde proteínas vegetales, el documento señala que no se requieren antibióticos en la producción de las materias primas, con lo que se suprime el peligro de la resistencia, a esto hay que sumar que se reduce en buena medida el peligro de que se produzca resistencia a los antifúngicos, substancias que evitan el desarrollo de hongos y que se genera por el empleo de fungicidas en los cultivos para la nutrición animal. El instituto comenta que muchos son los beneficios de las opciones alternativas vegetales a la carne, comestibles que pueden contribuir significativamente a edificar un suministro sustentable de comestibles, mas queda un largo camino por recorrer, en tanto que merced a la investigación, se puede optimar y prosperar estos productos a fin de que sean más exquisitos, económicos y ecológicos.
En suma, el grado de sostenibilidad de la “carne vegetal” es elevado y todavía va a poder ser considerablemente mayor en un futuro, os aconsejamos acceder al documento (Pdf) para leerlo y conocer con detalle todos y cada uno de los aspectos positivos de este comestible.